Por: Luis M. Galviz
En toda sociedad, medianamente civilizada, siempre ha existido una correlación de grupos o clases sociales que se contraponen entre sí, dado pues que sus intereses y conciencia de clase, son diametralmente opuestos y en pugna permanente.
Los nacidos en Venezuela, luego de la dictadura del General Marcos Evangelista Pérez Jiménez, no habían experimentado en sus vidas, el significado de estar bajo un poder hegemónico y controlador de las relaciones sociales y de producción.
Lo que ayer no se pudo hacer por la fuerza de las armas, hoy se hace con la fuerza de la Ley; pues aquél totalitarismo, que fundamentaba su poder en las puntas de los fusiles y cañones, ha evolucionado en un totalitarismo con cierto grado de refinamiento que su propio Derecho le otorga, abandonando el campo de batalla y los tanques, pero desarrollando su dominación y poderío en los tribunales, cuyos jueces, actúan con la subordinación y obediencia, heredada del estamento militar.
Aunque las comparaciones, no siempre son buenas, a veces resultan necesarias para ubicar en un contexto nacional, lo que otrora ocurrió en otras sociedades allende.
Cuando Adolf Hitler arribó al poder, por intermedio del voto popular alemán, en el mes enero del año de 1933, comenzó a destruir de manera metódica el Estado de Derecho y durante los años en que se mantuvo en el poder (1933-1945), se produjo de hecho una aniquilación del Poder Judicial.
Hitler, llegó en 1.942, a convertirse así mismo en el Juez Supremo del Reich; siendo de Derecho, la máxima cabeza del Tribunal Popular de la Alemania Nazi.
En la conformación de un Derecho Nazi, Hitler y sus colaboradores, contaron con la participación de eminentes juristas y académicos de reconocidas Universidades Alemanas, como por ejemplo: Roland Freisler, Hans Frank, Ernst Rudolf Huber y Theodor Maunz, este último llegó a sostener que “las órdenes del Führer son el centro indiscutible del presente sistema jurídico”.
Todos esos prominentes abogados y juristas, idearon teorías jurídicas, llevadas a leyes, que les permitieron a los Nazis, imponer una justicia al pueblo alemán, que lo dominó desde el punto de vista del Derecho, en favor de un poder político arbitrario y déspota.
Aquende, en esta década transcurrida, por supuesto, por ahora, guardando las distancias con los resultados terribles y nefastos que produjo la Justicia Nazi, en el pueblo alemán, en los judíos y en los países, que durante la segunda Guerra Mundial estuvieron bajo la invasión Nazi; las cosas parecieran estar en ciernes, es decir, en pleno proceso de gestación, aunque en un estadio avanzado, huelgan los ejemplos:
Todas las leyes que en los últimos años, han sido dictadas, están dirigidas a imponer a la sociedad y pueblo venezolano, la construcción de un socialismo del siglo XXI; todos los Poderes Públicos (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano) para el inicio de está segunda década del presente siglo, ya están alineados y convencidos, que la sociedad venezolana, debe convertirse en una sociedad socialista, y por esta razón se ha dado al traste con el principio constitucional de separación de los poderes públicos; paulatinamente el control estatal sobre los medios de comunicación de masas dirigidos a la población, van paso a paso penetrando en la psicología del venezolano, con la finalidad de alienarlo ideológicamente, con las concepciones sui generis de la nueva clase que ejerce el poder político.
Por ahora, ningún tribunal venezolano de manera expresa ha sancionado a un ciudadano común, por oponerse al socialismo del Siglo XXI; las sentencias de condena están enfocadas a ciertos personeros de los partidos políticos contrarios al Gobierno actual; no obstante en el campo administrativo, el propio Poder Ejecutivo si ha sancionado disciplinariamente y discriminado a funcionarios públicos medios y bajos, por su preferencia política, puesta de manifiesta en las Listas Tascón, Maisanta I y II.
En el principal acto, que realizó este año, el Poder Judicial venezolano, se puso en evidencia, cuál será la política institucional y judicial, que desarrollará de aquí en adelante el Tribunal Supremo de Justicia, como rector de todo el Poder Judicial, que no es otra que…”aplicar severamente las leyes para sancionar conductas o reconducir causas que vayan en desmedro de la construcción del Socialismo”…
Y, todo esto ocurre, ante un pueblo, que a sabiendas que en ninguno de los artículos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se encuentra contenida la palabra socialismo y mucho menos su significado y ante un Poder Legislativo, que aprueba leyes “socialistas” en violación directa al artículo 2 de la Carta Fundamental.
En muchos documentos oficiales del Poder Judicial y la Defensa Pública, las frases: “Reciba Usted un saludo Revolucionario, Socialista y Bolivariano” y la consigna al final: “Patria Socialista o Muerte… Venceremos”, ya son de uso común y frecuente. ¿Sabrán quiénes se hacen eco de tales frases, su verdadero significado?
En los tiempos por venir, hay que estar atentos con las nuevas leyes que se dictarán vía Asamblea Nacional, donde el gobierno tiene una mayoría simple y en los Decretos con Valor y Fuerza de Ley, que pueden ser dictados por el Presidente de la República vía Ley Habilitante, puesto que se evidenciará la imposición del Socialismo del siglo XXI, por la Fuerza de la Ley; y todo el aparato judicial desde el Tribunal Supremo de Justicia, pasando por los tribunales de instancia, enmendarán, respaldarán y aplicarán severamente todas las leyes y decretos-leyes que se podrán en vigencia, cuyo fin político es disciplinar por el carril socialista, a aquellos que creen, todavía que Venezuela es un …”Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”…
El Poder Judicial, ya no será garantista de los derechos del ciudadano que votó y cree en lo que dice el artículo 2 de la Constitución de a República Bolivariana de Venezuela y que piensa distinto a la ideología socialista del Siglo XXI; sino por el contrario se apresta para el mantenimiento del nuevo status quo devenido en totalitario y gendarme.
No olvidemos, lo que dijo en la Alemania Nazi, Hans Frank, ministro de Justicia e impulsor del Volkergerichtshof (Tribunal Popular del Pueblo Alemán):
« No existe ninguna independencia de la ley respecto al nacionalsocialismo. En cada decisión que adopten, díganse a sí mismos: ¿cómo actuaría el Führer en mi lugar? En cada decisión, pregúntense: ¿Es compatible con la conciencia del pueblo alemán?»
Para que no salga otro reconocido jurista venezolano a decir:
« No existe ninguna independencia de la ley respecto al socialismo del siglo xxi. En cada decisión que adopten, díganse a sí mismos: ¿cómo actuaría el Comandante en mi lugar? En cada decisión, pregúntense: ¿Es compatible con la conciencia del pueblo venezolano?»
*Abogado, Trabajador Social, Presidente del SUONTRAJ y Secretario Ejecutivo de la Confederación Latinoamericana Trabajadores del Poder Judicial (CLTPJ)
