El filosofo Louis Althusser, coincidiendo con Karl Marx, propuso que las sociedades poseen una ideología dominante. La ideología dominante es aquella que es aceptada por una gran parte de la sociedad y está estructurada por un conjunto de creencias y valores que coinciden. Es decir, la ideología dominante, es vivida y compartida de manera inconsciente, por la mayoría de las personas que componen una sociedad y por supuesto sin notar la fuerza que ejerce sobre ellas.
Al principio, algunos seguidores de la llamada “Revolución Bolivariana”, pretendieron dar un soporte ideológico a la misma a través del pensamiento de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, con lo que se conoció como el “Árbol de las Tres Raíces”.
Aunque todavía hoy, al proceso de cambios y transformaciones que operan en Venezuela, se le llama “Revolución Bolivariana” se le ha agregado la expresión “Y Socialista”, esto último, pues debido a que el actual, Presidente de la República, en su discurso del 25 de Febrero de 2005, en la IV Cumbre de la Deuda Social. Dijo que la Revolución Bolivariana debía ser socialista y del siglo XXI; concepto originalmente desarrollado por el intelectual Heinz Dieterich Steffan, en su obra “El Socialismo del Siglo XXI”.
Desde esa fecha en adelante, es que el vigente Gobierno Nacional, se ha trazado el objetivo general de convertir a la sociedad venezolana, en socialista y en su versión del Siglo XXI.
El Socialismo del Siglo XXI, además de ser una ideología, es a su vez, también un sistema societario, distinto al que, por hora, rige la vida social, jurídica, económica, cultural, política y religiosa en Venezuela. No obstante, que el Gobierno Nacional, ha dado grandes pasos para su imposición en el país.
La sociedad venezolana es compleja, en cuanto a su estructuración social y a los valores y creencias que coexisten en ella; por lo que el Gobierno Nacional, ha venido tratando de imponer su particular Socialismo de Siglo XXI, utilizando para ello el Aparato Represivo del Estado y el Aparato Ideológico del Estado.
En lo que respecta al Aparato Represivo del Estado, el Gobierno Nacional, a través de reformas y promulgación de nuevas leyes, reglamentaciones, resoluciones y decretos, ha orientado a los Poderes Públicos Nacionales, hacia la ideología del Socialismo del Siglo XXI; utilizando para ello al sistema de administración de justicia, el sistema penitenciario, la policía y las fuerzas armadas nacionales.
Se trata, pues de implantar por intermedio de la fuerza pública las decisiones y legislaciones, que contribuyen con la imposición del Socialismo del Siglo XXI, sancionando severamente a aquellos casos concretos que reaccionen ante la nueva ideología dominante, con cárcel, confiscaciones, multas o inhabilitaciones, entre otros.
El Aparato Ideológico del Estado, una vez que se afianzó la tesis de imponer el Socialismo del Siglo XXI, es el que más resultados ha dado en cuanto a la implantación de la nueva ideología dominante que paulatinamente viene siendo impuesta, por el Gobierno Nacional; y en los sectores que ha tenido más éxito es el Educativo y en los Medios de Comunicación Social, puesto que en instituciones como la Familia y la Iglesia, su avance ha sido más lento.
La propaganda oficial es incesante y permanente, a través del denominado Sistema de Medios Públicos (impresos y radioeléctricos), cuyo mensaje está dirigido a crear conciencia colectiva sobre las bondades que el Socialismo del Siglo XXI promete a quienes lo acepten y apoyen.
Resulta claro que el Socialismo del Siglo XXI, se perfila como la nueva Ideología Dominante, puesto que todo el Estado Venezolano está en función de imponerla utilizando a los Aparatos Represivo e Ideológico del Estado.
Pretende el actual Gobierno Nacional, que así como en otrora, la mayoría de los venezolanos, fueron socializados e ideologizados para que compartieran la ideología de la Democracia Burguesa, impuesta en la década de los años sesenta del siglo pasado, por los partidos políticos (AD, COPEI, URD) que instituyeron el llamado “Pacto de Punto Fijo”, así también los venezolanos de ahora deben ser socializados para que acepten la ideología del Socialismo del Siglo XXI, concretizada en el PSUV.
De seguir las cosas como van, el Socialismo del Siglo XXI, terminará por imponerse, puesto que los venezolanos, podrían llegar a aceptarlo y sin percatarse de ello; puesto que el proceso de socialización dirigido a la implantación de una nueva ideología, viene marchando con relativo éxito en la sociedad venezolana; tal como lo augura la propaganda oficial, habrá una Justicia Socialista, una Cultura Socialista, una Economía Socialista y un Modo y Estilo de Vida Socialista, aunque muchos no sabrán por qué lo aceptan y comparten; en cuanto a los remanentes de disidencia que podrán subsistir, los mismos serán controlados por el Aparato Represivo del Estado, y se les considerará disfuncionales y subversivos.
Hay que acotar, que dicha imposición de una ideología dominante del Socialismo del Siglo XXI, tiene su basamento en el Poder Político que de manera coyuntural y circunstancial tiene la Elite Gobernante, y no en la Constitución Nacional; puesto que el Socialismo del Siglo XXI, no se encuentra contenido dentro de los elementos esenciales del Estado Venezolano consagrados en el Artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, dado que la propuesta para ello, fue rechazada por el pueblo que sufragó en el Referendo para la Reforma Constitucional del 2 de diciembre de 2.007.
En estos dos años, que faltan para las elecciones Presidenciales del 2.012, la estrategia gubernamental, estará dirigida, aún más a consolidar posiciones ideológicas, que permitan una reelección presidencial, para de esta manera seguir profundizando en la conciencia colectiva la ideología del Socialismo del Siglo XXI, y con el tiempo también habrá un relevo generacional, que permitirá la completa imposición de la nueva ideología dominante en Venezuela.
Venezuela se encuentra entre la encrucijada de dos ideologías por una parte está la ideología democrática y pluralista, contemplada en la Constitución Nacional, aprobada por todos los venezolanos en Referéndum Constitucional el 15 de Diciembre de 1.999, y por la otra parte esta la ideología socialista del Siglo XXI, con un solo enfoque de concebir la sociedad y que se muestra intolerante ante otras maneras de pensar y ver a la sociedad venezolana, e impuesta contra viento y marea, por el actual Gobierno de manera inconstitucional, solo amparado en el Poder Político que ejerce.
El año próximo 2.012, será decisivo, en el desenlace de la batalla ideológica que se desarrolla en Venezuela, por está razón, además de analizar y evaluar la gestión del Gobierno autoproclamado Revolucionario, Bolivariano y Socialista, se debe tener en cuenta que lo realmente va a elección es sí se acepta una nueva ideología dominante que sería el Socialismo del Siglo XXI, o se reivindica la Democracia Plural que se encuentra prevista en el Artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Si la oposición venezolana en esa elección presidencial del 2.012, desea hacer un buen papel, no debe olvidar que no se compite contra una persona natural, sino contra todo un nuevo sistema social, que ya tiene doce años implantándose, al que han denominado Socialismo del Siglo XXI, cuyos principales elementos de procuración de perpetuarse son el Aparato Represivo del Estado y el Aparato Ideológico del Estado.
*Abogado, Trabajador Social, Presidente del SUONTRAJ y Secretario Ejecutivo de la Confederación Latinoamericana Trabajadores del Poder Judicial (CLTPJ)
