COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL

COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL
COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL DEL SUONTRAJ

2 may 2011

“LA CTV A PUNTO DE IMPLOSIÓN”


Por Luis M. Galviz*
Este Primero de Mayo del 2.011, la Marcha de los Trabajadores que se oponen  o que no están de acuerdo con las políticas del actual Gobierno Revolucionario, Socialista y Bolivariano impuesto en Venezuela, se presentó llena de contradicciones en su organización y en su desarrollo.

La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), en esta Marcha de Trabajadores, no fue la organización sindical, impulsora de su convocatoria y de su ejecución, como en otros tiempos.

Incluso sus voceros principales, no tuvieron la oportunidad de tomar la palabra, en la tarima que se instaló al final de la avenida Libertador, lugar de concentración, donde se celebró el acto central de la Marcha, que partió de la avenida Francisco de Miranda, a la altura del Centro Comercial Lido.

Y, es que la CTV, es blanco permanente de los ataques del actual gobierno desde 1.999, cuyo objetivo ha sido demolerla y enterrarla. En el año 2.001, intentó apoderarse de ella, presentando una plancha oficialista en unas elecciones, ordenadas por un Referéndum Sindical convocado por el propio Gobierno, como éste no logró su propósito en esas elecciones, inició todo un proceso de constitución de federaciones y sindicatos paralelos, con el fin confesado de constituir una nueva central de trabajadores, fundándose en el año 2.003, la Unión de Trabajadores de Venezuela (UNETE), que ha venido funcionando como un apéndice del oficialismo, en los últimos años.

La participación de la CTV, en el fallido golpe de estado de abril del 2.002, le ha valido la calificación de golpista, que la propaganda oficial, repite sin cesar, a través de los distintos medios de comunicación de los que dispone.

No obstante lo anterior, la CTV, conserva su prestigio en el ámbito internacional, y es la única central de trabajadores en Venezuela, que mantiene un discurso de exigencia y reclamo ante el Gobierno en ejercicio.

Su Comité Ejecutivo, se presenta fracturado y dividido, por falta de un consenso político en su seno, lo que ha derivado que algunos de sus miembros hayan presentado sus renuncias al cargo, y otros se han atrincherado, en las Secretarías o Burós Sindicales de los partidos políticos opuestos al Gobierno o como en el tiempo reciente se están agrupando en asociaciones sindicales de hecho, como el Movimiento de Solidaridad Laboral, el Frente Autónomo para la Defensa del Salario y el Sindicato (FADESS), Frente Social Demócrata, Movimiento Primero de Mayo, y otros de menor importancia. Una característica, de esos grupos, es que son integrados por algunos miembros del Comité Ejecutivo en funciones, por federaciones y sindicatos afiliados a la CTV.

Todo pareciera indicar, que ese sui generis “paralelismo sindical”, se está gestando desde el interior de la propia CTV, pues en esos grupos ya se ha hablado de crear una nueva central, distinta a la CTV, y otros han sugerido que hay que demolerla, esto último en coincidencia con el oficialismo, que considera difunta a la septuagenaria primera central sindical de Venezuela.

En ese escenario, se dio la Marcha de Trabajadores, este Primero de Mayo, que dejó un amargo sabor a los trabajadores que esperanzados, marcharon por sus derechos laborales; por la falta de acuerdo de los lideres sindicales progresistas y democráticos y por el afán de protagonismo de algunos, que ven en el Movimiento de los Trabajadores y Sindical, un trampolín, para saltar al campo político-partidista, en busca de algún curul en la Asamblea Nacional o alguna candidatura a gobernador o alcalde.

De continuar las cosas como van, la CTV sufrirá una implosión, cuya onda expansiva afectará lo que queda de su estructura interna y de su institucionalidad, debido a las pequeñas cargas explosivas que están siendo sembradas en su interior, no esta vez, por el Gobierno, sino por actores sindicales que le son propios, cuyas ansías de poder, no les permite avizorar la hecatombe eminente que se producirá, sí la CTV se divide, de nuevo como en la década de los años sesenta del siglo pasado. No tendrá la fortaleza suficiente para recuperarse de todo el daño institucional que los misiles lanzados desde el Ejecutivo Nacional, han producido en su estructura, federaciones y sindicatos que la componen.

La CTV es el último remanente, con cierta fuerza que le queda a los trabajadores y trabajadoras de Venezuela, para hacer resonar sus justos reclamos, aunque sus dirigentes, por ahora, no sean los más idóneos, para mantener la institucionalidad y la lucha por los derechos laborales y sindicales.

Por el momento, los divisionistas han logrado aislar a la CTV, en la organización y control de la reciente Marcha de los Trabajadores, error que se pagará caro, frente al combate por evitar su demolición y muerte profetizada por el oficialismo; además, sí se persiste en dividirla, muchos de los que comparten esa anti ética idea, podrán ser que se conviertan en cabezas de ratón, habiendo sido cola de león.

*Presidente del SUONTRAJ, Secretario Ejecutivo de la CLTPJ, Abogado y Trabajador Social.