COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL

COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL
COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL DEL SUONTRAJ

17 may 2010

TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DE LA JUSTICIA VENEZOLANA

Por: Luis Martín Galviz (*)

           
Actualmente, laboran para el servicio público de administración de justicia, un aproximado de veinte y cinco mil trabajadores y trabajadoras judiciales, distribuidos a lo largo y ancho del territorio de la República Bolivariana de Venezuela, en los diferentes palacios de justicia, circuitos judiciales y tribunales.

Un trabajador o empleado judicial, es aquél que cumple una función de auxiliar o de asistente, o de coadyuvante en el proceso de elaboración de una Sentencia Judicial, que es dictada por un Tribunal Competente a cargo de un Juez o Jueza; en otras palabras el principal producto que brinda el servicio público de administración de justicia, es la Sentencia, mediante la cual, cumplido un proceso judicial y aplicadas las formalidades debidas, se efectúa una declaración basada en el Derecho, ante una solicitud, querella o demanda presentada ante un Tribunal.  

En el servicio público de administración de justicia, predomina el trabajo intelectual, pues el mismo se ejecuta en espacios de oficinas equipados (algunos) con computadoras, y se requiere de un mínimo de conocimientos jurídicos, para llevarse a efecto; además este servicio abarca la globalidad del derecho nacional, como el civil, mercantil, penal, administrativo, laboral, familia y menores, entre otros.

Los trabajadores y trabajadores judiciales, venden su fuerza de trabajo o lo que es lo mismo su capacidad física e intelectual para laborar, al Estado, por un sueldo o salario, cuyo precio en la actualidad es impuesto por el propio Estado y es insuficiente para la subsistencia del trabajador, trabajadora y de sus familias, y en consecuencia se da la explotación del hombre por el hombre.

El Poder Judicial y el servicio de administración de justicia, en la sociedad venezolana, es gobernado, administrado y dirigido por el Tribunal Supremo de Justicia, a través de una Dirección Ejecutiva de la Magistratura; es decir que los cerca de 25 mil trabajadores y trabajadoras, dependen en cuanto a sus relaciones laborales y de producción, que incluye sus sueldos y salarios, del Estado Venezolano.

El conglomerado de trabajadores judiciales, forman parte del proletariado nacional, y de igual forma está sometido a un estado de explotación, en lo económico y salarial, dado los bajos sueldos y salarios que hoy le son pagados, y que no compensan los altos índices de inflación acumulada, la devaluación sufrida por la moneda nacional y alto costo de la vida.

Aunque, el Estado – Patrono, en su forma de Poder Judicial,  no debería tener interés de lucro y de ganancia, si contribuye con el mantenimiento del Sistema Capitalista, al someter a condiciones de explotación laboral a los seres humanos que le prestan servicio, entre otras relaciones jurídicas preexistentes, y porque los rasgos definitorios de su política laboral así lo determina:

a)     Bajo sueldos y salarios,
b)     Flexibilización de la estabilidad laboral
c)      Condiciones de seguridad e higiene en el trabajo inadecuadas,
d)     Prácticas antisindicales, en el sentido del irrespeto a los sindicatos, al fuero sindical y a la inamovilidad laboral,
e)     Violencia o mobbing laboral,
f)       Negativa a la aprobación de nuevas convenciones colectivas de trabajo,
g)     Prohibición expresa para que los trabajadores se reúnan en sus sitios de trabajo o en Asambleas Generales de Trabajadores,
h)     Limitaciones para que los trabajadores se afilien a Organizaciones Sindicales legalmente constituidas,
i)        Deterioro y merma de los derechos laborales adquiridos, entre otros rasgos.


Mientras, exista la explotación del hombre por el hombre, es imposible, que el Modo de Producción Capitalista, sea superado por el Socialismo como fase de transición al Comunismo.

Asimismo, la propiedad social no sustituirá a la propiedad privada de los medios de producción, sí no se superan las relaciones de producción capitalistas; los trabajadores, siempre serán trabajadores, en un Estado Capitalista o en un Estado Socialista; pues siempre dependerán de su fuerza de trabajo, para poder mantenerse así mismos y a sus grupos familiares; y máxime que uno de los principios socialistas es el que no trabaja no come.

El Poder Judicial, forma parte de la superestructura del sistema, sea este capitalista o socialista; pues la superestructura es el conjunto de ideas y relaciones políticas, jurídicas, morales, estéticas, filosóficas y religiosas e incluye las instituciones y organizaciones, que otorgan una fuerza efectiva a tales ideas y relaciones, es decir el Estado, los partidos políticos, las organizaciones religiosas, instituciones culturales y de instrucción.

En otras palabras, el servicio público de administración de justicia que se deriva de las relaciones jurídicas, que se dan en Venezuela, se basa en una formación social capitalista, puesto que todo el ordenamiento jurídico vigente, lo determina el Modo de Producción Capitalista, cuyo fundamento es la Propiedad Privada de los Medios de Producción.

Todavía en Venezuela, existen Tribunales Civiles y Mercantiles, que llevan a remate una vivienda, cuyo propietario por alguna circunstancia, casi siempre justificada, no puede pagar las condiciones de compra venta de un bien inmueble; en este caso se está hablando de una propiedad personal, que para nada es igual a la propiedad privada de los medios de producción.

De igual modo, hay Tribunales del Trabajo que avalan con sus decisiones, que a un determinado y concreto trabajador, no le sean pagadas su prestaciones sociales y otros conceptos salariales o no sea reenganchado a su puesto de trabajo, del que es casi seguro fue despedido por un capitalista en forma injustificada.

Siguen existiendo en Venezuela, contratos de naturaleza civil, mercantil y administrativa, con los que se solapan las relaciones de trabajo o la condición de trabajador o trabajadora de un ser humano.

Si se trata del Estado, hoy en día es por casi seguro, que el Estado – Patrono, en cualquiera de sus expresiones (Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano), sea como demandante o demandado, obtiene sentencias favorables, en contra de trabajadores estatales, que acuden a la jurisdicción contenciosa administrativa, en ocasión a una relación de empleo público funcionarial, cuando el debate judicial, versa sobre la estabilidad en su empleo.

Los anteriores ejemplos, llevan a pensar que el ideal utópico de un Mundo Mejor es Posible, está muy lejano todavía, pues mientras siga existiendo la explotación de la clase trabajadora, un mundo mejor será imposible de lograr.

En Venezuela sigue la pugna entre las clases sociales antagónicas, a saber la Clase Burguesa y la Clase Trabajadora o Asalariada, pues se está en un país capitalista en todas sus partes.

Vayamos al caso concreto  de esa lucha de Clases en el Poder Judicial Venezolano: 

Mientras la Alta Burocracia Judicial, tiene sueldos elevados y privilegios que le son derivados de su condición de burócratas, los empleados y obreros al servicio de la administración de justicia, apenas cobran un sueldo de subsistencia.

En tanto que la Alta Burocracia Judicial, labora en Señoriales Despachos, alfombrados, decorados con obras de artes y muebles de fino cuero, con aire acondicionado, atendidos por personal de mesoneros y de cocina, cuidados por guardaespaldas, se transportan en lujosos vehículos oficiales blindados; los empleados y obreros judiciales, van en metro, carritos por puestos, o en un modesto vehículo propio a su sitio de trabajo, llevan en viandas sus almuerzos,  y laboran en sitios inadecuados e inseguros y sin aire acondicionado.

Obviamente, la Clase de la Alta Burocracia Judicial es contraria a la Clase Trabajadora Judicial, pues mientras la Alta Burocracia Judicial, obtiene Sueldos y Salarios elevados, que le permiten satisfacer sus necesidades fundamentales y superfluas, y además le generan un excedente, que les permite acumular capital dinerario; la Clase Trabajadora Judicial, lucha todos los días contra el alto costo de la vida, la inflación, la devaluación de la moneda  y porque sus derechos laborales no le sean quitados

Mientras la Alta Burocracia Judicial, tiene un poder público, que aplica para desconocer los derechos laborales, como el de la estabilidad; la Clase Trabajadora del Poder Judicial, solo tiene el poder de su fuerza de trabajo, y la justeza de sus reclamaciones


Los Trabajadores y Trabajadoras de la Justicia Venezolana, están conscientes que como integrantes de la Clase Trabajadora, deberán cumplir, y mientras exista la explotación en el trabajo, seguirán reclamando más y mejores condiciones laborales y de vida a la Alta Burocracia Judicial.

En la Unidad y Organización de la Clase Trabajadora Judicial está la victoria en la reclamación de los justos derechos laborales y adquiridos.


(*) Presidente del SUONTRAJ, Coordinación de la Red Andina de Judiciales de la ISP, Abogado y  Trabajador Social.